Un día se me ocurrió darle un aire renovado a mi dormitorio. Pensé en algo muy moderno, como pintar algo encima del cabecero de la cama... finalmente no creí que quedara bien teniendo en cuenta que tienen el famoso gotelé... Asi pues pinté las paredes completas dejando el techo blanco y el resultado ha sido muy satisfactorio...
Utilicé dos colores distintos de pinturas Bruguer al agua, un marrón canela clarito y otro más oscuro, casi chocolate, en la pared del cabecero. Nunca había pintado una pared y me gustó hacerlo aunque me cansé mucho. Lo que más trabajo lleva es poner cinta de carrocero en enchufes, marcos de puertas, rodapiés...y papel en el suelo por si cae alguna gotita.
La pintura al agua no huele tanto como otras pinturas (pude dormir en la habitación esa misma noche) y además si pintas por descuido algo que no querías la puedes quitar con un trapo húmedo fácilmente.
Compré los muebles de color blanco y hacen un buen contraste.
Empecé pintando las juntas para que luego fuera más fácil pintar con el rodillo:
Quedó asi:
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